Los destornilladores eléctricos se utilizan ampliamente en aplicaciones industriales y domésticas, generalmente para instalar o quitar elementos de fijación roscados.
Los destornilladores eléctricos profesionales suelen tener una gran potencia para que los profesionales puedan reducir la carga de trabajo y mejorar la eficiencia; mientras que los de uso doméstico, como los de proyectos pequeños, generalmente no requieren mucha potencia.
Los requisitos de un buen destornillador eléctrico para el motor son un par y una velocidad moderados, además de estabilidad y fiabilidad. Un par y una velocidad bajos afectan a la eficiencia, mientras que un motor de alta potencia resultará en un cuerpo voluminoso, pesado e incómodo de usar. Asimismo, un parámetro importante es la concentricidad, que exige una gran estabilidad de la caja de cambios. Generalmente, se opta por engranajes metálicos de alta precisión. Se recomienda priorizar el cumplimiento de estos requisitos básicos antes de considerar el ruido y la vida útil. Para destornilladores eléctricos domésticos de uso poco frecuente, los fabricantes suelen optar por ahorrar costes en estos dos aspectos.
