
El famoso "Hombre de Hielo Ötzi" de la Edad de Piedra, encontrado en un glaciar de montaña, tenía tatuajes.

Desde tiempos inmemoriales, el arte de perforar y teñir la piel humana se ha extendido en diversas culturas. Es casi una tendencia global, gracias en parte a las máquinas de tatuar eléctricas. Estas máquinas pueden delinear la piel mucho más rápido que las agujas tradicionales que se usan entre los dedos de un tatuador. En muchos casos, el motor sin escobillas de copa hueca garantiza un funcionamiento silencioso de la máquina con velocidad controlada y mínima vibración.
Lo que llamamos "tatuaje" proviene del idioma polinesio. En samoano, tatau significa "correctamente" o "exactamente de la manera correcta". Es un reflejo del delicado y ritualizado arte del tatuaje en la cultura local. Durante la época colonial, los marineros trajeron los tatuajes y la expresión de la Polinesia e introdujeron una nueva moda: la decoración de la piel.
Hoy en día, existen numerosos estudios de tatuajes en todas las ciudades importantes.


Desde pequeños símbolos del Yin y el Yang en los tobillos hasta pinturas a gran escala de diversas partes del cuerpo, se pueden lograr todas las formas y diseños imaginables, y las imágenes en la piel suelen ser sumamente artísticas.
La base técnica no se limita a las habilidades básicas del tatuador, sino que también depende de las herramientas adecuadas. Una máquina de tatuar funciona como una máquina de coser: una o más agujas se perforan en la piel al balancearlas. El pigmento se inyecta en las partes correspondientes del cuerpo a una velocidad de varios miles de agujas por minuto.
En las máquinas de tatuar modernas, la aguja es accionada por un motor eléctrico. La calidad del motor es crucial y debe ser prácticamente sin vibraciones y funcionar lo más silenciosamente posible. Dado que un tatuaje puede durar horas, la máquina debe ser muy ligera, pero a la vez proporcionar la potencia necesaria para realizar múltiples tatuajes durante largos periodos. Los controladores de CC con conmutador de metal precioso y los controladores de CC planos sin escobillas con control de velocidad integrado son ideales para cumplir estos requisitos. Pesan solo entre 20 y 60 gramos, según el modelo, y tienen una eficiencia del 92 %.

Los artistas del tatuaje profesionales se consideran artistas y el equipo en sus manos es una herramienta para mostrar su arte.

Los tatuajes grandes suelen requerir horas de trabajo continuo. Por lo tanto, las máquinas de tatuar modernas no solo requieren luz, sino que también deben ser muy flexibles y poder moverse en cualquier dirección. Además, una buena máquina de tatuar también debe tener poca vibración y un agarre cómodo.
A primera vista, una máquina de tatuar funciona de forma muy similar a una máquina de coser: una o más agujas oscilan a través de la piel. Miles de punciones por minuto pueden llevar el pigmento donde debe estar. Un tatuador experto no trabajará ni muy profundo ni muy superficialmente, siendo el resultado ideal la capa intermedia de la piel. Si es demasiado claro, el tatuaje no durará mucho, y si es demasiado profundo, provocará sangrado y afectará el color.
Las máquinas utilizadas deben cumplir con los más altos requisitos técnicos y de diseño, y funcionar con precisión y fiabilidad. Dado que la operación se realiza en zonas sensibles del cuerpo, como los ojos, el dispositivo debe ser muy silencioso durante su funcionamiento. Debido a su forma alargada y estrecha, es recomendable que tenga el tamaño de un bolígrafo, por lo que es ideal para micromotores de CC ultrafinos.
Con excelentes características técnicas, nuestro motor tiene un alto factor de eficiencia, lo que es muy beneficioso para el modo batería.


La alta densidad de potencia da como resultado soluciones de accionamiento más compactas y livianas, como las de 16 mm de diámetro para dispositivos de maquillaje permanente portátiles.
En comparación con los motores de CC convencionales, nuestro equipo se diferencia en el rotor. Este no está enrollado alrededor de un núcleo de hierro, sino que consta de una bobina de cobre con un devanado inclinado autoportante. Por lo tanto, el rotor es muy ligero, lo que no solo garantiza un funcionamiento silencioso, sino que también presenta altas características dinámicas y evita el efecto alveolar y el efecto de histéresis, comunes en otras tecnologías.